Tensión Sexual (parte 1)

Llevábamos 6 meses de conocernos, meses que nos veíamos a diario con indiferencia, nisiquiera lograbamos sostener una conversación por mas de cinco minutos sin tener silencios incómodos. En una de esas pláticas sin sentido nos sale un tema en común…el jueguito de Worms, hecho que también hubiera pasado desapercibido de no ser por un desborde de mi lado geek que se ofrece a instalarle el juego y configurarlo para jugarlo en LAN.

Comenzamos a socializar, a dirigirnos la palabra y tener conversaciones cada vez mas largas. Fué hasta ese momento que poco a poco me fuí dando cuenta de lo tonto que había sido al no haberme fijado en semejante mujer. Unos hermosos y grandes ojos cafés, un cuerpo esbelto pero con curvas bien definidas. Jugosos senos que se le desbordaban de su ajustada ropa y que en varias ocasiones me atrapó viendolos. Unas nalguitas que en varias ocasiones al estar sentada dejaban ver su tanga por fuera del pantalón, dejándome con el dilema de “le diré que se le nota la tanga?”.

Mis fantasias con ella eran cada vez mas seguidas, también lo era el tiempo que pasábamos juntos. Si uno de nosotros terminaba sus labores del día esperaba al otro, presentía que ella también me deseaba, pero siempre estaba en mi mente la interrogante de “y que si estoy malinterpretando las señales?”. Siendo vecinos y compañeros de trabajo sería algo muy raro. Mientras tanto seguía con mis fantasías, deseaba agarrar sus manos y pegarla a la pared mientras la besaba y recorrer con mis manos todo su cuerpo. Acariciar sus senos pérfectos y tocar su sexo mientras la beso. DETENTE! le  decía a mi mente

Pasó un mes completo en el que nos deseabamos pero inhibíamos nuestroa bajos instintos. Una tarde llega ella a mi casa, traía su shortsito rosa y camisa amarilla pegadita, va a pedir prestado unos vasos para una reunión que tenía en su casa, se que tiene vasos, este era solo un pretexto para invitarme. En su casa estan dos compañeras suyas celebrando el fin del semestre, unas gotas de tequila fué lo que derramó el vaso, solo una gota ya que ninguno de los dos es consumidor de alcohol. Escuchamos música, necesitábamos cualquier petexto para pegar nuestros cuerpos, comenzamos a bailar, mi cuerpo pegado al suyo. Todos observaban, pero para nosotros era como si estuvieramos solos. Fué entonces cuando nuestras bocas se pegaron y permanecieron pegadas, los invitados volteaban para otro lado pretendiendo no haber visto nada. La llevo a la pared como en mis fantasías y nos besamos, no estoy seguro donde estaban mis manos en ese momento, estaba embriagado de su boca.

Seguimos la liberación de toda la tensión sexual acumulada. Nos deseabamos, ella se quita de la pared y me sienta en el sillón, estoy seguro que a hacer el amor sin importar los presentes…hasta que importaron los presentes. Como un baldazo de agua ambos despertamos de nuestro líbido y nos percatamos de lo que estaba  apunto de suceder.

Continuara….